Escuchando el Big Bang- en alta fidelidad (audio)

Una grabación de 100 segundos representa el sonido desde unos 380 000 años después del Big Bang hasta unos 760 000 años después del Big Bang.

"Sin embargo, las ondas de sonido originales no eran variaciones de temperatura, sino ondas de sonido reales que se propagaban por todo el universo", dijo. Cramer señaló, sin embargo, que los datos de 2003 carecían de una estructura de alta frecuencia. Datos más completos fueron recopilados recientemente por una colaboración internacional utilizando la misión satelital Planck de la Agencia Espacial Europea, que tiene detectores tan sensibles que pueden distinguir variaciones de temperatura de unas pocas millonésimas de grado en el fondo cósmico de microondas. Esos datos se publicaron a fines de marzo y dieron lugar a las nuevas grabaciones.

A medida que el universo se enfrió y se expandió, estiró las longitudes de onda para crear "más un instrumento de bajo", dijo Cramer. El sonido se hace más bajo a medida que las longitudes de onda se estiran más, y al principio se hace más fuerte, pero luego se desvanece gradualmente. El sonido era, de hecho, tan "bajo" que tuvo que aumentar la frecuencia 100 septillones de veces (eso es un 100 seguido de 24 ceros más) solo para que las grabaciones estuvieran en un rango en el que los humanos pudieran escucharlas.

University of Washington, Listening to the Big Bang- in high fidelity (audio), 2013