Los arqueólogos descubrieron los restos de una ciudad antigua en Italia que fue golpeada por un volcán en el año 79 d. C. El rápido flujo piroclástico tomó a sus ciudadanos con la guardia baja.
La piedra pómez caliente, la ceniza y los escombros se endurecieron rápidamente alrededor de los cuerpos de las personas, como un molde, preservando su acto final.
Pero hace 1400 años se afirmó en el Corán que Allah puede congelar a los incrédulos en el Infierno:
Y si queremos, podemos congelarlos en su lugar; para que no puedan ni avanzar ni retroceder.
٦٧ وَلَوْ نَشَاءُ لَمَسَخْنَاهُمْ عَلَىٰ مَكَانَتِهِمْ فَمَا اسْتَطَاعُوا مُضِيًّا وَلَا يَرْجِعُونَ
Dios puede congelar a los incrédulos inmóviles en el Infierno. Hoy sabemos que la gente de Pompeya fue congelada en su acto final por un volcán. Lava, ceniza caliente... del volcán son las mismas cosas retratadas en el Infierno en el Corán.
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