En el Corán, tu piel testificará en tu contra. Los escépticos afirman que quien escribió el Corán cometió un error; la memoria se limita al cerebro, no hay memoria en la piel. Hoy los científicos confirman que la piel puede almacenar y recuperar la memoria.
Durante mucho tiempo se creyó que la memoria era una función especializada del cerebro, y que nuestros circuitos neuronales y células cerebrales se encargaban de todos nuestros recuerdos. Pero una investigación reciente de la Universidad de Nueva York ha dado la vuelta a esta suposición. Según este estudio, incluso las células fuera del cerebro pueden almacenar y recuperar recuerdos , lo que abre una nueva perspectiva de cómo todo nuestro cuerpo participa en el proceso de la memoria. Este descubrimiento no solo amplía nuestra comprensión de la memoria, sino que podría cambiar la forma en que abordamos el aprendizaje y el tratamiento de los trastornos relacionados con la memoria.
La memoria no se limita al cerebro, otras partes del cuerpo pueden almacenar y recuperar recuerdos. Esto se conoce hace poco, pero ya se retrató en el Corán 1400 años antes de que se descubriera.
El día en que los enemigos de Dios serán arrojados al Fuego por la fuerza, hasta que, cuando lleguen a él, su oído, su vista y su piel testificarán contra ellos por lo que hicieron. Y dirán a su piel: “¿Por qué testificasteis contra nosotros?”. Dirán: “Dios, Quien hizo que todas las cosas hablaran, nos hizo hablar a nosotros. Él es Quien os creó la primera vez y a Él sois devueltos”.
١٩ وَيَوْمَ يُحْشَرُ أَعْدَاءُ اللَّهِ إِلَى النَّارِ فَهُمْ يُوزَعُونَ
٢٠ حَتَّىٰ إِذَا مَا جَاءُوهَا شَهِدَ عَلَيْهِمْ سَمْعُهُمْ وَأَبْصَارُهُمْ وَجُلُودُهُمْ بِمَا كَانُوا يَعْمَلُونَ
٢١ وَقَالُوا لِجُلُودِهِمْ لِمَ شَهِدْتُمْ عَلَيْنَا ۖ قَالُوا أَنْطَقَنَا اللَّهُ الَّذِي أَنْطَقَ كُلَّ شَيْءٍ وَهُوَ خَلَقَكُمْ أَوَّلَ مَرَّةٍ وَإِلَيْهِ تُرْجَعُونَ
“¿Por qué testificaste contra nosotros?” Para que puedan testificar, necesitan recordar. Hoy sabemos que la memoria no se limita al cerebro. Otras partes del cuerpo, incluida la piel, pueden almacenar y recuperar la memoria.
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